23 de Noviembre.
23 de noviembre y yo seco.
Seco de ideas, de palabras y pensamientos. Seco por completo.
No puedo creer que halla llegado a esto, a esta fecha, este día, lugar, segundo.
Para nada.
Ya qué mas da. Qué importa.
Si me importa. Si lo siento. Profundo y personal.
Me desgarro.
Estoy feliz, alegre de que estas bien, de que todo salga de maravilla.
Aún sueño que te espero.
Te espero. Si.
Afuera huele a pan, jitomate, queso del bueno.
Te espero, si. Porque no me queda más que hacerlo.
Y ahora al parecer lo haré por siempre.
Hasta que un día, quizá en un mes, quizá en un año. Tal vez en un sueño. Un día sabré que me buscas, dejarás huellas, me darás indicios. Pondrás ciertas pistas que solo yo podré reconocer.
Y lo haré. Te buscaré.
Cruzaré cualquier impedimento, me afrontaré a todo aquello que me impida avanzar, porque mi día ha llegado. El día que más había estado esperando...
quizá en un mes, quizá en un año...
Tal vez en un sueño.
ROMIONRRY
miércoles, 23 de noviembre de 2016
miércoles, 30 de septiembre de 2015
Un año
Luces distinta, lucida y
fenomenal,
la vida sigue, el tiempo
pasa, las constantes de siempre.
Dime algo que no sepa...
No se te ocurre nada, ya
no me encuentras interesante,
sin embargo eso no te
perturba, tu sigues adelante,
fluye, como las notas
claras que salen del piano,
imitando a las gotas del
rocío que bajan por las hojas del árbol frutal.
Ya ha pasado un año,
Quién lo diría...
sin embargo para mi nada
se ha movido, todo luce igual.
Nada ha sufrido algún
cambio radical.
Qué pasa? Acaso será
cierto? No solo yo me eh estancado!
También mi mundo, también
mi estado.
¿Acaso provoco un
congelamiento?
me veo, me observo, sigo
siendo el mismo, nada ha cambiado.
Por el contrario te veo...
tu si has mutado, no se si
para delante o para atrás
no se si vienes o vas.
Qué digo, si ya te
fuiste, ya estas más pa allá que pa acá.
Pero te vez radiante,
llena de vida, de futuro, de todo lo que buscabas y más.
Supongo que es bueno que
ya no estés más acá.
Tenías razón, como es
usual, te estabas congelando...
a mi lado mi frío pasmaba
tu camino, mi quietud te detenía.
Supongo que es bueno...
No lo creo, lo supongo,
pero en fin, que bueno.
Espero que si algún día
pasas por esas calles arrumbadas del centro
no te asalten los
fantasmas, que de frío y miedo
puede ser que te congelen
y termines al final
en el lugar donde temías
estancarte, congelarte y morir.
Supongo que no será así.
No lo creo, lo supongo,
pero en fin.
jueves, 13 de agosto de 2015
Hablando en serio
Ya en serio, yo en verdad te extraño, por lo menos tu puedes ir en busca de los brazos de tu amado, pero yo... Yo te extraño porque extraño tu esencia , extraño tu ser y tu importancia, extraño la arrogancia de mi ser al pensar que eras solo mía, que eras perfecta, gloriosa y tu corazón solo latía porque yo existía, nos amábamos de verdad, y yo... yo de verdad te extraño.
No se si aún te amo, tal ves solo sea que extrañe nuestro amor, o lo que quede de él, ¿quedará algo de él? De lo que quede, ¡al carajo! Tu tienes a tu novio y a mi, que me parta un rayo.
Sin embargo aún te extraño, más en estas tardes largas, te extraño porque ahora en ves de abrazarte tendré que masturbarme hasta sangrar mientras el resto de mi cuerpo muere de frío; y llorar, llorar hasta dormirme.
martes, 24 de julio de 2012
Objetivos... ¿Vacacionales?
Al inicio de las vacaciones me propuse crear un catálogo de
TODOS los libros que tenía en casa, esto con el fin de no perder la costumbre
de estar haciendo algo relacionado con mi carrera durante mi “exilio hogareño”.
No tenía una idea de lo increíblemente aburrido que sería el proyecto que tenía
en manos; al igual que carecía de la idea de lo laborioso y complicado que
sería crear toda una manera logística de organizar mis libros y clasificarlos
de manera que mis padres notaran que realmente estoy aprendiendo algo y no
estoy perdiendo el tiempo en la universidad. (Lo que pasa por sus mentes con
más frecuencia de la que ellos aceptan, y eso me asusta mucho).
Con todo, comencé muy gustoso de mi proyecto, iluso yo, creyendo que tendría el catalogo terminado en dos semanas o menos. Cuando tuve plena conciencia de en que me estaba
metiendo estuve a punto de dejarlo todo y volverme artista porno. Ja no, pero
ese día si mande todo a la fregada y me puse a leer.
Hablando de leer...
Otro GRAN objetivo de este verano era la cantidad de libros
que leería; realice un tonto conteo mental de los libros que podría leer durante
las vacas, conté el del camión que siempre traería en mi morral, el de mi
mesita de noche, y el del baño por obligación. Me dije: “por lo menos uno cada
semana y media”; mi yo de ahora debería ir al pasado y gritarme en mi
cara: “¡¿Acaso estas demente?!”
Para empezar, cada vez que sacaba el libro del morral me quedaba dormido en el camión, combi o banquita del parque, lo que ocasionó que casi siempre se me pasaran de largo mis bajadas especificas teniendo que caminar a mi destino más de la cuenta; lo mismo sucedía con el libro de la mesita de noche que tomaba al terminar el día, solo pasadas dos semanas y siguiendo mi separador en el primer capítulo me di cuenta de lo inútil de mis esfuerzos; creo que todo se lo debo al baño, de no ser por ese lugar y a la granola del desayuno no habría leído ni un solo libro. Como diría cierta amiga mía: “¡que estrés!”
Para empezar, cada vez que sacaba el libro del morral me quedaba dormido en el camión, combi o banquita del parque, lo que ocasionó que casi siempre se me pasaran de largo mis bajadas especificas teniendo que caminar a mi destino más de la cuenta; lo mismo sucedía con el libro de la mesita de noche que tomaba al terminar el día, solo pasadas dos semanas y siguiendo mi separador en el primer capítulo me di cuenta de lo inútil de mis esfuerzos; creo que todo se lo debo al baño, de no ser por ese lugar y a la granola del desayuno no habría leído ni un solo libro. Como diría cierta amiga mía: “¡que estrés!”
sábado, 5 de noviembre de 2011
La caída

Trato de regresar al salón de la justicia, pero nada, todo era inútil. Superman ya no era su amigo, Flash ya no quería jugar con él y la mujer maravilla ya no era su novia.
Trato de regresar a su baticueva pero Alfred no lo quiso recibir y lo tiro a la calle.
En los postes se veía un letrero con su foto y en letras grandes un “SE BUSCA”
En los postes se veía un letrero con su foto y en letras grandes un “SE BUSCA”
¿Qué le queda? Vivir del ultraje, a las espaldas de la sociedad que ahora lo rechazaba, un nuevo traje, Bruno Díaz ya no sería su nombre. Bruno Noches surgiría de la oscuridad a matar toda esperanza de felicidad que alguna vez había tratado de salvar.
El Caballero de la Noche se convertiría en el Patán de la noche y su archienemigo, el bromista, el simplón, sería ahora el salvador. Pero cuando todos vieran el desastre y la locura en la que se han metido, le rogarían desde el suelo que los salvase, y él les respondería… NO.
lunes, 15 de agosto de 2011
esperando
La infección en la sangre va tan rápido que es casi imposible detectarla, pero sigue ahí, recordándome el poco tiempo que me queda...
miércoles, 1 de junio de 2011
I
Felipe miraba la pantalla de su computadora portátil, inmerso en un mundo de palabras casi inentendibles a simple vista, tenía que terminar su tarea dentro de unas dos horas rondándole por la cabeza una interrogante a la manía de los estudiantes por siempre dejar todos sus deberes a último momento.
Aun la resaca de la mañana pasada se presentaba de momentos por su frente, una bendita fiesta por motivo del cumpleaños de su compañero de departamento había hecho que despertara justo en medio de dos sujetos evidentemente invitados (algunos totalmente desconocidos para él) en medio de la sala del departamento. Como pudo se arrastro hasta su cuarto para descubrir que una pareja había utilizado su recamara como nidito de amor, aunque en su estado no le importo mucho, y solo les quito unas colchas que tenían encima y se acostó junto a la pareja que notaría su presencia dos horas más tarde. Al volver a despertar la mayoría de las personas se habían ido, y él decidió tomar prestado un rehidratante de la alacena del lado de su compañero. Tomo una ducha y se centro por completo en la tarea que le habían dejado casi una semana atrás.
Miro el reloj de la computadora que marcaba las cinco y media de la mañana. Volvió a mirar su tarea, solo le faltaban la firma y la fecha del manuscrito que el profesor les había entregado para que pudiera empezar a catalogarlo y poder entregarlo a tiempo en su primera clase de la mañana, pensó en lo idiota que había sido al tomar una clase tan temprano, pero el profesor con quien quería tomar dicha clase solo daba a esa hora los lunes, miércoles y jueves, se tallo los ojos y intento volver a concentrarse sin éxito. “Tal vez una buena taza de café” pensó. Tomo su computadora y la traslado a la sala para que pudiera sentarse en un lugar más cómodo, los restos de la fiesta aun estaban palpables, tomo la primera taza aparentemente limpia que encontró y le puso agua, dos cucharadas del café que tenían, una pizca de azúcar y lo metió al horno de microondas, mientras este hacia su trabajo se asomo a la gran ventana que tenían en su pequeña cocina, aun el sol iba a tardar en salir, pero aun así ya había movimiento en la gran ciudad de México. Escucho el sonido que le anunciaba que su taza de café ya estaba lista, la tomo y se dirigió con pesadez a su computadora, volvió a ver la hora, el sol se estaba empezando a manifestar poco a poco, señal de que el tiempo se le estaba escapando de las manos como agua, bebió un gran sorbo de su café extremadamente cargado, y siguió con su tarea. “Otro maldito manuscrito de Alejandro Lobo” pensó, termino de transcribirlo y comenzó a catalogarlo.
- ¿Estás loco? – Su compañero de departamento estaba parado enfrente de él aun con el último sueño reciente, - me has despertado, estás haciendo mucho ruido.
- Tengo que entregar esto a las ocho de la mañana en el escritorio del profesor, o no tendré derecho a examen, – Felipe se sobresalto un poco al oír a su compañero, pero trato de ocultarlo lo mejor que pudo,- no deberías levantarte tan temprano, después de nuestro chistecito de antier.
- Fue épico – dijo con una risita, - ¿te falta mucho?
- no mucho, es el último documento, solo tengo que terminar de catalogarlo, ¿Por qué no vuelves a la cama?
- Eso are – se rasco la cabeza y bostezo perezosamente – no hagas mucho ruido cuando te vayas – y se dirigió arrastrando los pies hacia su habitación.
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